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lunes, 5 de enero de 2009

Woody Allen: Ese gran urbanista de pasiones breves

Vicky Cristina Barcelona. Me pareció mejor film que El sueño de Cassandra, inclusive tiene algo más atractivo que Match Point. Es cierto que la presencia de Bardem y Penélope Cruz en el papel de dos artistas desbordado que toman vino a toda hora le imprime para bien una atmósfera de convulsión a las habituales problemáticas de Allen, siempre relacionadas con las parejas o el dinero. Cassandra la vi como un despliegue Dikenseniano de las pasiones por la sobrevivencia, en cambio, en Vicky Cristina ubicó varios norteamericanos en un espacio que para Allen debe parecerse al atractivo infierno de la locura. La pregunta que surge es si Woody Allen realiza historias sobre personas o sobre ciudades. Por supuesto que esto es limitar la obra de Allen, pero me parece que es imposible sacar la historia de Match Point del trasfondo de Londres. Igual en una película que filmó en París (que no recuerdo el título) la historia, sin que uno lo advirtiera se convirtía en un musical de amor que planteaba ese velo mágico e ingenuo que la generación de Allen tenía sobre la ciudad luz. No quiero detenerme a ejemplificar Manhattan o Annie Hall porque es obvio: allí los personajes son netamente neoyorquinos y la ciudad a veces es más protagonista que los mismos protagonistas. Ahora en Barcelona los personajes norteamercianos son invitados a vivir en plena convulsión y experimentar ese carácter tan español de la pura sinceridad que rompen todos los esquemas y expectativas dejandolos a los yankis en carne viva. Por supuesto el resultado es que huyen de Barcelona como si huyeran de Vietnam. Y sobreviven desplegando las ceremonias de los burgueses psicoanalizados que permiten ocultar los sentimientos y los deseos más profundos bajo el manto de la racionalidad.