El peronismo es una especie de fe. Pero realmente quienes mantienen vivo al peronismo no son los seguidores políticos o creyentes encarnados de esta fe política sino quienes la rechazan. Creo que los peronistas saben que muerto Perón nada volverá a ser igual, en cambio para los que rechazan al peronismo prefieren creer que Perón está vivo en cada uno de los desastres que perpetran sus seguidores. La impotencia de los no peronistas es la principal razón de que el “peronismo” o esta idea de peronismo que sobrevuela la historia de estos últimos tiempos esté vivo. Ninguna otra fe política nació en estos cincuenta años, tampoco ninguna política más o menos inteligente, entonces el peronismo parece ser lo único con cierto grado de seriedad. Porque, realmente, en todo el panorama político la mejor prueba de que se es un peronista de verdad es que sabe qué es el poder y qué se puede hacer con él. En esta lista caben todos los últimos presidentes peronistas, menos, lamentablemente, nuestra actual presidenta que parece una linda sonrisa decorativa. El resto del abanico político lo forman un grupo de desahuciados que existen por estar en contra de… no por generar algún tipo de propuesta. El único partido que parece distinto en ese sentido es el PRO; grupo que muestra su fuerza por el rechazo que genera entre los “progresistas”. El odio es la mejor prueba de que se teme a algo porque eso otro influye, cambia, hiere algo mío, no me deja indiferente o me parece absurdo y me causa risa.
Un consejo para los que creen que el peronismo es un mal no merecido: aprendan a amarlo, vuélquense a su mística y entonces cuando todos sean peronistas, el peronismo dejará de existir para convertirse en un Símbolo Argentino sin mayores consecuencias. Perón hacía este chiste: “en la Argentina hay un 45 por ciento de radicales, un 15 de socialistas, otro 15 de conservadores, un 10 de comunistas , otro 10 de liberales y un 5 por ciento de abombados, como en todos lados”. El interlocutor colaboraba con su pregunta. “Pero general eso hace un 100 por ciento, ¿y los peronistas?. “Ah, peronistas son todos, sólo que no se dan cuenta”.