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sábado, 14 de marzo de 2009

Más que Sinécdoque resultó una tautología

La sinécdoque es una licencia retórica mediante la cual se expresa la parte por el todo. La sinécdoque es una de las maneras más comunes de caracterizar un personaje ficticio. Frecuentemente, alguien es constantemente descrito por una sola parte o característica del cuerpo, como los ojos, que vienen a representar a la persona.

Tautología es una redundancia "explicativa" debida a una calificación superflua; por ejemplo: "una novedosa innovación".

La película hay que verla. De hecho es la primera película de un guionista que ha demostrado que sabe contar una historia por entrevesada que sea. En ¿Quieres ser John Malkovich? funcionó como en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. También funcionó esa trama de un hermano que a mí siempre me pareció un doble legalizado, en El ladrón de Orquideas y donde se abusaba de ciertas situaciones, pero no recuerdo bien, me parece que esas situaciones eran también el recorrido de un guión en proceso. De ese tipo de abusos, exagera ya en en Human Nature y logra un nivel perfecto en una película donde hasta Jim Carrey está equilibrado y , dirigida, justamente, por Michel Gondry, el mismo de Human Nature.
Lo que pasa con Synecdoche, New York es raro. Una excelente idea... donde quizá vuelve otra vez al tema de la representación, al principio pensaba que era el doble el tema, pero no... es la representación, uno representando algo en la vida... quizás un papel que nos fuerza a ciertas cosas sin quererlo. Bueno, en la película justamente el protagonista es un director de teatro que se dispone a representar lo que ya ha sido representado, lo que ya ha sido vivido, lo que ya ha sido sufrido, pero esos mismos protagonistas se convierten en sus ayudantes, bueno, hay que verla... pero también quiero aclarar que la sensación es que las ideas de Kaufman desbordaron y complicaron la historia. La película no sólo es larga si no que hay cierta repeticiones de situaciones en busca, sospecho, de que el espectador comprenda qué está viendo. Y en esa repetición se vuelve obvio algo que merecía otro camino de resolución. Es posible que Kaufman, como director, no esté a la altura de sus guiones. En su rol de director se ha peleado con el guionista. Y realmente un director es también un traductor y simplificador de tramas. Acá hay algo confuso que al mismo tiempo termina por parecer repetivo... Habrá que seguir viéndola.

Cerezos en flor de Doris Dörrie

Doris Dörrie narra una historia de amor entre dos personas comunes con fuerza y maestría. Sin duda la mejor película de esta directora alemana de la que vi Sabiduría Garantizada y el documental Cómo cocinar su vida, en ambas, evidente la temática budista. Recuérdese: los dos hermanos que viajan a Japón para terminar viviendo unas semanas en un monasterio Zen. mientras en el documental Dörrie cuenta la vida de un Tenzo, un cocinero Zen, que en el escalafón de los monasterios japoneses suele ser uno de los monjes más importantes. En Cerezos en Flor el espíritu budista está todavía más presente justamente por su ausencia, ya que la directora al librarnos de toda las ceremonias y durezas la práctica de este budismo descarnado, ha dejado al descubierto que el zen es la vida misma, o peor o mejor que eso, es lo más cotidiano convertido en algo excepcional. La chiquita que vive en el parque danzando Butho, equivale a la visión zen de la vida y acompañara a ese oficinista aburrido que se ha quedado sólo a reencontrarse con su mujer y así alcanzar la iluminación. En ese momento, Doris Dörrie nos brinda, frente a el monte Fuji, una de esas escena bellas y conmovedoras imposibles de olvidar, que parecen servir para levantarnos el ánimo cada vez que la recordamos.

Watchmen

Watchmen fue un comic que ahora se convirtió en película. La historia se desarrollaba a lo largo de una serie de capítulos que, lamentablemente, no leí. Ni siquiera sabía que existía. Pero tampoco sabía que existían los hombre X y la primera y segunda parte de ese traslado al cine me gustó. Me cuentan que Watchmen fue en los 80 una novedad para el género porque mostró a los superhéroes como seres humanos torturados y diría más: extraviados y algo pervertidos, si fue así es un buen antecedente de lo que luego impulsó a convertir a los superhéroes de comic en casos de psiquiátrico. Esto en realidad puso las cosas en su lugar, ya que occidente se ha construido sobre la imagen de un superhéroe-dios que termina siendo, traicionado o abandonado por la gente que elige como compañeros y muere como el peor de los esclavos. El detalle bastante perturbador es que el que digitó semejante dramón fue nada menos que Dios, es decir el otro Dios, el padre, a su otro Dios, el mismo que otro, pero en función de hijo. Borges decía que creer en un sólo Dios dividido en tres convertía a lo sufrido por el Cristo en un acto circense, ya que si sos Dios no te puede pasar nada, es como los golpes que recibía Karadagián..
Bueno, vuelvo a Watchmen y mi desilusión porque me pareció demasiado pretenciosas las problemáticas de los personajes y el conflicto mismo. Para quienes la vieron sabrán y entenderán porque hablé de Dios, la traición y la redención. Me habían comentado que la característica de estos superhéroes era justamente que no eran super porque no tenían poderes, pero tampoco eran personas normales... y que sólo había un sólo personaje con superpoderes, bueno, bueno, pero con los poderes del Doctor Manhatan (que no termino de entender porque anda en bolas todo el tiempo y cuando va a la televisión se pone traje y corbata), se pasaron de la raya... En fin... No me gustó el planteo, ni lo personajes... Y menos Nixon con esa nariz más larga de la que tuvo en realidad.